martes, 5 de febrero de 2013

La Poesía de Don Carlos Mendizábal


LA DANZA DE LOS DIABLOS


Escrito por Don: Carlos Mendizábal Camacho.




¡Ay! danza de tantas luces.
De tanto fuego y tinieblas
En ti el cielo y el infierno
En un abrazo se entregan.

¡Ay! Villa de anhelos
De la escarcha y la leyenda,
He de cantar en tu nombre
Tu gloria de cinco letras.

Desde el fondo de los tiempos
Donde un gigante aún pelea
Con la maligna serpiente
Que cuando mira envenena,

Viene saltando la danza
Del infierno y las tinieblas
Recordando los caminos
Y convulsionando a las piedras,

Como imitando a la tropa
De aquel rey de las tormentas
Que en medio de llamaradas,
Huracanes y blasfemias,
Fuera arrojado del cielo
Al fondo de las cavernas.

Los siete pecados danzan
Con sufrimiento de hoguera,
Pero la muerte los persigue
Con traje oro y tinieblas.

¡Ar! Diablos…  ¡que diablos!!!
Al infierno la tristeza,
Que están sueltos los pecados
Como tocando las puertas.

Es la danza más sonora
Y más viril de la tierra,
Que en remolino de notas
De serpientes y de caretas,
Expresa la lucha extraña
De cataclismos y hogueras,
De lobos y de corderos
De luces y de tinieblas,

Que ha escogido en todo tiempo
Y a manera de palestra,
El corazón de los hombres
Para librar su pelea,

En la que están empeñados
Desde edades sempiternas,
Él ángel del mal que bufa
Y el ángel del bien que reza….

Un torbellino de cantos
Al compás de las piruetas,
Llega a los huesos humanos
Desintegrando las vértebras


Es el demonio y la carne 

es el hombre que blasfema
Con todo su ritmo suelto
Que subyuga mientras quema.

Y no se asusten los niños
Que el diablo de mi tierra,
Es un viento de colores
Y colores que reverberan.

Si vieran… con que donaire
Se agita sobre la arena,
Llenando su gallardía
Por calles que serpentean

Lucifer viene entre brincos
Con Satán a la cabeza,
Levantando su tridente
De bronceadas espiretas,
En medio de mil chispas
Que surgen como culebras,
Cuando rozan con sus botas
El contorno de las piedras,
O cuando saltan las esquirlas
Del metal de sus espuelas.

Lucifer cayó del cielo
Hasta el fondo de la tierra
Como una luz de fuego vivo
Estampando su presencia,

Con Satán a la cabeza
Por el espacio encendido
Rodando como un cometa
Con hambre de exterminio.

Esos sus ojos trenzados
De un huracán de centellas
Que hoy esta sonoramente
Danzando sobre la tierra.




¡OH! danza de los infiernos
Volcada sobre la tierra
Tú dirías un pecado
Convertido en melodía.

El Arcángel San Miguel
Que por su imagen de atleta
Fuera nombrado en el cielo
Patrón de acciones de guerra,
Viene siguiendo los pasos
Del ángel de la soberbia,
Custodiado por las armas
De dos buenos centinelas,
Para aplacar una a una
Bajo su divina fuerza
Las venenosas arañas
Que brotan sobre sus huellas.

El Arcángel San Miguel
Ya ha ganado la plazuela
Tendido como un aguayo
Frente a la Virgen Morena
Que en edades ya lejanas
Aplacara las tormentas,
Llama invocando a los cielos
Para no perder sus fuerzas.

El Arcángel San Miguel
De alegría ya no reza,
Esta danzando en las calles
Con sus dos centinelas.

¡Ar! Diablo… ¡que diablos!!!
Al infierno la tristeza,
Que esta pasando la tropa
Más ardiente de la tierra….!

San Miguel viene vestido
Con traje de cielo y seda,
Ciñe un casco niquelado
De refulgente visera;
Una luna sobre el pecho
Y en torno suyo una estela.

Lleva en su rostro de siglos
Una mascara de cera;
En su divina cintura
Un cordón de hermosas piedras;
Dos alas hechas de nube
Sobre su espalda de atleta,
Y en sus piernas dos polainas
Más blancas que la azucena,
Jugueteando con la plata
De sus firmes rodilleras.



Tiene, en nombre de los cielos,
Como patrón de las guerras,
Una estrella y una espada
Relampagueando en su diestra;
Un escudo de diamantes
Para asumir su defensa
Y en el escarpe derecho
Aplacador de tormentas,
Una espuela de platino
Que da lumbre hasta las piedras……

Virilidad de emociones
Con tintineo de espuelas,
Donde vacían los hijos
De la comarca Orureña,

Perinola del deseo
Que se aplaca y que se eleva;
Carne viva de hembra ardiente
Vestida de roja hoguera,
La China Supay avanza
Con su espiral de polleras,
Girando como impulsada
Por las más extrañas fuerzas
Que en medio de remolinos
La posee y la destrenza,
Tomándole de los senos,
Ciñéndole las caderas
Y levantando su falda
Más arriba de las piernas,
Estremeciendo a los hombres
Que si la tocan……se queman…….

La China Supay avanza
Como una braza soltera
Se burla de los deseos
Que enciende con su pollera.

¡OH! Danza de los infiernos,
Que conmueve hasta las piedras,
¡OH! emoción volcada al aire
Con rayos y con centellas.

Luciendo un negro plumaje
Que con el sol reverbera,
Un cóndor bate sus alas
En actitud de protesta.
Por ser la libre asechanza
Concentrada en tantas fieras,
Que escaparon del infierno
Destruyendo sus compuertas,
Para engañar a los hombres
Y adueñarse de la tierra,


Un cóndor lleva adelante
La libertad por las cuestas,
Por que rompió con sus alas
Las infernales compuertas.

Detrás contando las horas
De la preciosa existencia,
Viene la muerte, vestida
De oso blanco, siendo negra
Fingiendo ser un payaso
De estilizadas piruetas,
Para engañar a los niños
Ofreciéndoles monedas
Y llevarlos por las rutas
Más allá de las promesas,

Si los ángeles guardianes
Olvidaran su tarea,
O si la tarde se apagara
Vencida por las tinieblas…….

¡OH! danza de los infiernos
Volcada sobre la tierra
Tú dirías un pecado
Convertido en melodía.


Es que mi voz se confunde
Con la arcilla y con la seda
Que en espiral de arco iris
Contra mis ojos se estrellan.

¡Ar! Diablo… ¡que diablos!!!
Al infierno la tristeza,
Que esta pasando la tropa
Más ardiente de la tierra….!

Sus ojos de revoltijo
Son la imagen de las fieras,
Con infiernos y volcanes
Y abismos que no se cierran.

Tu torso de lagarto
Que bajo el sol juguetea,
Ha copiado el movimiento
Del eje de la tierra.

El halo que lo circunda,
Mezcla de luces y niebla,
Es un zodiaco gigante
De signos que desesperan.

¡OH! Danza de los infiernos,
Que conmueve hasta las piedras,
¡OH! emoción volcada al aire
Con rayos y con centellas.

La carcajada que baja
Del dragón de su cabeza
Es la explosión de la vida
Hecha de risas y quejas.

Su camino, diseñado
Por los pies de la soberbia,
Va recibiendo la lluvia
De sus lumínicas piedras.

Va dejando, mientras pasa
Sobre un ritmo sin silueta,
Un sabor indefinido
De iluminadas tormentas.

Es un aire de huracanes,
Que en el barullo resuena
Haciendo surgir del suelo
Relampagueantes centellas.

De su aliento se levanta
Para reptar por las cuestas,
Un vaho de azufre y cobre
Mezcla de macho y hembras,
En explosión de colores
Dan saltos y se dispersan.

Su voz se alza desde un fondo
De montañas entreabiertas,
Para agitar las alturas
Y estremecer a la tierra.

Serás rey del infierno
Pero jamás de la tierra
Donde Dios ha puesto el hombre
Con los dedos de su diestra.

¡Ar! Diablos…  ¡que diablos!!!
Al infierno la tristeza,
Que está pasando la tropa
Más ardiente de la tierra

Con todo su ritmo suelto
Ya ha llegado a la palestra
Donde el ángel de los cielos
Aplacara la tormenta.

Y el ángel pide redención de cuentas
Y ellos se humillan vencidos
Bajando la cornamenta
Amenazante de sus cabezas.

Es la luz del altiplano
Aflorando limpia y fresca,
Con carcajada de llanto
Llantos que son de fiesta,
Que en homenaje a la ñusta
Más hermosa y más morena
Y que en edades ya lejanas
Diera fin a cuatro fieras.



Protegiendo así a su pueblo
Se levanto para mostrarse
Con rancia estirpe morena.

Tan pronto esta por los cielos
Como aquí sobre la tierra,
Mezclando sobre su pecho
Resplandores y tinieblas.

La causa que le da forma
Hay que buscarla en las venas
De los hombres, que poseen
Del bien y del mal en su esencia.
La santa del Socavón
Que disipa las tristezas
Te ha perdonado tus faltas
Por gustar de tus piruetas.

¡Ar! Diablos… ¡que diablos!!!
Al infierno la tristeza,
Que está pasando la tropa
Más ardiente de la tierra

Danza con aire de infierno
Mestiza como la America…
Yo pensaría que tú tienes
Del cielo la entrada abierta





FIN




1 comentario:

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